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Luis Delgado-Qualtrough:
«El Fotolibro debe establecer un diálogo, una música visual.
Me aburren los que parecen tonaditas, tan, tan, tan»
23 junio 2015
ENTREVISTAS
By Marcel del Castillo
FOTOCLICK #3 | Luis Delgado-Qualtrough
Por Marcel del Castillo @mardelcastillo
En la reciente edición de Photoindependent en Los Ángeles, tuve, con buena estrella, la oportunidad de conseguirme con un apartado dedicado al foto libro. Lo que motivaba visitar este espacio, más allá de los ejemplares, era la oportunidad de conversar con sus autores. Tomar el libro, disfrutarlo junto a los creadores, generaba una sensación única, que multiplicaba la curiosidad en cada página.
Poder charlar con jóvenes autores como Li Sung de Japón,  Rohan Hutchinson de Australia, o el experimentado autor mexicano Luis Delgado-Qualtrough, nos abría, fuera de nuestra limitada geografía, la perspectiva sobre la fotografía guardada en libros. El foto libro y todas sus variantes, más allá de lo obvio, que sería la temática, como descubrir increíbles e interesantes conceptos para presentar un proyecto fotográfico.
En la mesa de Luis Delgado-Qualtrough se desplegaban varios ejemplares, de diversa temática, tamaño y autor, como «A DERIVA»  de José Diniz, «Tuna» de Marcus Lyon o «47 Diaries» y «Le Canto por un pan» del propio Luis. Presentaciones prolijas, impecables, que excitaban la sensación de observar, tocar y sentir la fotografía, y porqué no, de cuestionar al autor. Seguimos con nuestra buena estrella, al conseguirnos con un personaje abierto a los cuestionamientos, receptivo ante la curiosidad por sus trabajos y su visión.
Luis Delgado-Qualtrough, pertenece a la tradicional escuela del documentalismo humanista del México de finales del siglo XX. Participe de varias gestas fotográficas, como el Consejo Mexicano de la fotografía o la Primera Bienal de Fotografía en México.  En 1982, se muda a San Francisco donde comenzará una nueva forma de presentar sus proyectos fotográficos y un giro en su visión sobre la fotografía: el archivo y el foto libro.
«A través de los años, he evolucionado mi práctica fotográfica.  No solo  ser productor  de una obra, sino, trabajar con otros artistas y representarlos. Un cambio fundamental en mi trabajo, es la idea de que hay que preservar la historia, entonces, me interesan mucho los archivos. Hay  cierta cantidad de trabajo (fotográfico) que conozco que no se ha dado a conocer y es importante ponerlo en archivos, donde se pueda guardar para la posteridad.»

Luis, lleva más de 40 años fotografiando, fue publicado en el primer libro de Fotografía Latinoamericana hacia finales de los setenta. «mi carrera ha sido influenciada y protagonizada por tres situaciones importantes; todo lo que aconteció en torno al Consejo Mexicano de la fotografía, mi viaje a San Francisco y mis encuentros en los Portfolio reviews del PhotoFest (Houston) que ahí, es donde he creado mi red internacional  y he visto trabajo de otros artistas»
¿El cambio de México a Estados Unidos, trajo consigo el cambio en tu visión de cómo presentar la fotografía?
Hay una cuestión fundamental en la vida, y es  aprovechar el Limón.  ¿Conoces la metáfora, no? Bueno, con el limón  se puede hacer limonada, pero también se puede hacer cáscara con azúcar, y muchas otras cosas.  Entonces, con la misma obra puedes estar en una pared o en un libro. Yo  caí por accidente en el mundo de libro artistas. Fue con la «Lotería cosmológica» que hice en 1996, que es un juego. Es una colección de fotografías representada en un juego de cartas.  Un amigo  me dijo «esto es un libro de artista »  después , cuando me involucré en ferias, me di cuenta de los acervos universitarios americanos, y su búsqueda constante de material. Entonces he encontrado ahí una forma de realizar mi trabajo y un nicho donde colocarlo. Llevo 17 libros y todos han sido adquiridos por los archivos de varias universidades americanas, principalmente, y varios coleccionistas.
¿ cómo fue ese paso de la pared al libro ?
 Es un brinco bastante interesante, y la mejor cosa es ver lo que se ha hecho, ver, inspirarse, me entiendes.  Por ejemplo: mi trabajo «Le canto por un pan»;   es un trabajo que realicé en los  noventas, y  que recién, pude encontrarle una voz; no para juzgar,  es una voz interna con un poco de poesía. Yo no soy poeta,  pero pude hacerle un texto sencillo que habla del tema que he fotografiado.  Y a la hora de diseñarlo me interesan las estructuras. Me aburre un libro que abres, y es una foto,  una página blanca, demasiado preciosista,  a mi eso no me incita al diálogo. Entonces, en este caso, hay dos cuerpos fotográficos que se abren al mismo tiempo, se mezclan con textos y pueden dialogar uno con otro, ó, como el proyecto de la «Lotería cosmológica», son tarjetas, es un Tarot, es un juego interactivo, pero siempre basado en una buena imagen .
Hay una gran diferencia entre el Foto libro y el Libro de artista fotográfico. En este último, están presente conceptos claves de la contemporaneidad, como lo son auto-gestión y auto-edición. El libro de artista es un pieza única, o muy limitada.  Según el criterio de Luis Delgado, para ser coleccionable no debe exceder los 100 ejemplares, aunque para algunos es aceptable hasta 500. Esto, por supuesto, tiene que ver con el tema objetual, de obra de arte de colección y el valor monetario de las piezas. Pero, por encima de estas apreciaciones, para este fotógrafo mexicano la real diferencia radica en la investigación.
«Cuando estaba en la búsqueda de la estructura del libro  «Le canto por un pan»,  bajé todos los libros de la biblioteca de mi casa,  para ver como habían sido diseñados, y encontré un libro de una amiga danesa; Ingrid Rasmussen.  Y vi,  que podías cortar la imagen del medio, no tenias que mantener ese preciosismo.  El punto era establecer un diálogo, una música visual, integrar la imagen con la página y el contexto. Entonces,  en lugar de ser una tonadita.. tan, tan, tan, tan.  Se vuelve una opera  o una sinfonía,  ya es más elaborado, y eso es lo que a mi me interesa.»
Luis, deja bien claro que son dos procesos complicados, separados y unidos al mismo tiempo. La realización de un proyecto fotográfico esta relacionada con muchos factores; conceptuales, ideas, técnicas, que deben resolverse, antes de pensar  si van a un libro, una pared o la web.  Una vez que se tenga un proyecto fotográfico sólido, y se decide presentar como libro de artista, comienza otro proceso, igual de sesudo. Es otra creación. Para llegar al libro, hay que buscar referencias, materiales, tipos de papel, empaque, diseño, elementos que generen un diálogo entre las imágenes y que permitan llegar al espectador de forma clara y con una visual atractiva.  Pero también, «Hay que entender las limitaciones. Uno es fotógrafo, conceptualizas el libro, pero tienes que tener gente que se dedique a coser, a realizar las cajas, etc., son muchas cosas. Pero insisto, sin obra, no hay libro, siempre hay que estar produciendo y produciendo  obra»
Los proyectos siguen dando vueltas por la mente de Luis Delgado, tanto en la producción fotográfica como la de libros. Desde hace 6 años lleva adelante a Malulu editions, compañía que promueve los foto libros y libros de artistas de diferentes autores de Norte y Suramérica, con los que participa en decenas de ferias de libros de artista alrededor del mundo todos los años.
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